Esta semana ha sido el cumple del pinche, estuvimos comiendo en el Restaurante Lamucca, y podéis ver las fotos de lo que comimos en mi Instagram o en Facebook, nos gustó mucho el sitio, los platos que probamos estaban todos riquísimos, la decoración es muy original y la verdad es que estuvimos muy a gusto.
Como no hay cumpleaños sin tarta, este año ha tocado probar la tarta de cerveza negra, que llevaba en mi cuaderno de recetas bastante tiempo. Intenté hacerla una vez y el resultado fue un auténtico desastre (no me preguntéis porqué), y esta segunda vez, hubo una pequeña crisis cuando la tarta estaba en el horno, y vimos peligrar la tarta cumpleañera seriamente. Finalmente la tarta como podéis ver ha quedado presentable (que no perfecta), y de sabor esta exquisita, no pensaba yo que fuera a estar tan rica, evidentemente no sabe a alcohol, y el frosting es muy rico. Os recomiendo que la hagáis de un día para otro.
Os dejo con la receta.
Ingredientes:
– 250 ml de cerveza negra.
-75 gramos de cacao en polvo
– 250 gramos de mantequilla.
– 300 gramos de azúcar (yo utilicé azúcar moreno).
– 250 gramos de harina.
– 1 sobre de levadura.
– 1 cucharadita de azúcar avainillado.
– 200 ml de nata para montar.
– 2 huevos.
Ingredientes para el frosting.
– 150 gramos de queso para untar.
– 75 gramos de azúcar glas.
– 200 ml de nata para montar.
En un cazo, calentar la cerveza negra sin que llegue a hervir, echar la mantequilla troceada y remover hasta que la mantequilla esté deshecha. Reservar apartada del fuego.
Precalentar el horno a 180º y engrasar el molde que vayamos a utilizar. Yo en este caso he utilizado un molde redondo desmontable.
En un bol, mezclar la harina, el azúcar, la levadura, el azúcar avanillado y el cacao en polvo, y remover para que se mezcle todo. Reservar. En otro bol, batir la nata con los dos huevos hasta que se obtenga una especie de crema, agregar en esta mezcla la cerveza con la mantequilla y mezclar todo.
Verter la mezcla anterior sobre la mezcla de harina, y batir con cuidado. Cuando esté integrado todo, echar la mezcla en el molde, y se lleva al horno durante 50 minutos.
Para hacer el frosting, en un bol se echa el queso de untar y el azúcar glas, se mezcla bien, y se reserva. En otro bol, se monta la nata con ayuda de unas varillas. Echar la nata montada en la mezcla del queso y con cuidado y movimientos envolventes se va integrando todo.
Cuando el bizcocho esté frío, se echa el frosting por encima.
Espero que os haya gustado.
Eso tiene una pinta maravillosa, qué tarta tan curiosa.
Una tarta muy interesante 🙂
besos