Hoy vengo con un bizcocho realmente bueno y que parece mentira que no lleve ni azúcar ni harina. Lo hice un día que necesitaba con urgencia comer chocolate, pero no quería pasarme, así que encendí el horno, saqué lo que tenía y salió esta maravilla.
Yo lo he llamado dos chocolates, porque lleva chocolate negro en dos “texturas”, gotas de chocolate y chocolate en polvo desgrasado (yo siempre utilizo Valor). El resultado es que las gotas de chocolate se medio derriten en el horno y al morder vemos el chocolate derretido y es una auténtica maravilla.
Las medidas os las dejo en tazas, podéis ver las equivalencias arriba en la pestaña Tabla de medidas.
Os puedo asegurar que está de muerte y que cumplió a la perfección la función de matar ese ansia viva por el chocolate.
Os dejo con él.
Ingredientes
– 1 taza de harina de avena (si no tenéis como es mi caso, podéis triturar el salvado de avena).
– 1 yogur griego.
– 1 huevo.
– 1 cucharadita de esencia de vainilla.
– 1 cucharadita de levadura.
– Una pizca de sal.
– Tres cucharadas soperas de cacao desgrasado
– Gotas de chocolate al gusto
Precalentar el horno a 180º y preparar el molde que vayamos a utilizar, yo en esta ocasión utilicé uno de silicona rectangular.
En un bol, mezclar el yogur con el huevo y la vainilla hasta que esté todo integrado. Agregar la harina de avena, la levadura, el cacao desgrasado y la sal y mezclar todo bien, hasta que se obtenga una masa homogénea.
En esa mezcla añadir las gotas de chocolate y remover bien para que se integren bien.
Verter la mezcla en el molde que se ha preparado anteriormente, y llevar al horno durante 30 minutos.
Espero que os haya gustado.